
Esta patología conlleva una serie de síntomas como: rigidez, temblor de reposo, torpeza gestual, anomalías posturales, y una marcha característica de pasos rápidos y cortos, entre otros.
Desde la fisioterapia podemos estimular la capacidad de aprendizaje, así como hacer que el enfermo aproveche y utilice al máximo el potencial motor conservado.
Nuestros objetivos serán:
Todo ello mejorará las capacidades físicas del paciente y conseguirá aumentar su autoestima, dos puntos clave para conseguir convivir con el Parkinson sin renunciar a una vida de calidad.
Para lograr una mejor recuperación, atendemos a los personas mayores con Parkinson en su propio entorno, junto a sus familiares, desplazándonos hasta su domicilio con todo el material necesario para iniciar la rehabilitación. No dude en consultarnos cuantas dudas considere oportunas a través de nuestra página de contacto.